Los hongos son uno de los problemas más comunes que podemos llegar a tener en el jardín, pero lo verdaderamente difícil es poder eliminarlos sin demasiados inconvenientes, para de esa forma evitar que nuestras plantas aparezcan con los principales síntomas que los mismos provocan, como por ejemplo hojas amarillentas o marrones, manchas anormales, y otros tantos, que si has tenido hongos alguna vez sabrás distinguir.
Lo primero que debes saber al respecto de los hongos, sin que ésto te deje tranquilo por ahora, es que los mismos suelen aparecer en las plantas sobre todo en verano debido a las altas temperaturas, y la humedad más alta del lugar. Existen algunas plantas especialmente, como las rosas, azaleas y geranios, que pueden ser atacadas por este tipo de especies animales, así que debes ser realmente cuidadoso en esos casos.
Para poder eliminarlos una vez que han aparecido los hongos, la mejor receta que podemos aconsejarte, es que utilices semillas limpias, bien lavadas, y que las sumergas en una solución con hipoclorito de sodio por un minuto, para asegurarte de que se encuentran en su estado más puro. Luego, aquellas que veas que siguen podridas o con manchas, tendrás que eliminarlas si no quieres dañar al resto del huerto o las plantas, siempre y cuando cuentes también con un suelo libre de enfermedades, claro está.
Pero si quieres estar seguro de que no tendrás que estar soportando los hongos, entonces hay dos elementos que debes considerar por encima de todos los demás. Se trata, concretamente, del agua y la luz. Esto es básicamente porque a los hongos les encanta la humedad y la oscuridad, de forma que cuanto más claro y soleado sea el lugar, menos posibilidades de que se desarrollen, incluso puedes escatimar un poco el agua de riego, para proponerles un sitio seco en el que no crecerán.