El dicho suele decir que debemos en nuestra vida, escribir un libro, tener un hijo y plantar un árbol. Sea o no que hayas hecho las primeras cosas, está claro que lo más sencillo de todo es plantar un árbol, y si aún no lo has probado es una opción que no puedes perderte. Lo que debes hacer concretamente, es seguir algunas de las recomendaciones que te traemos a continuación para que no tengas inconvenientes.
Lo primero que tienes que tener en cuenta, en este sentido, es qué utensilios vas a necesitar de jardinería para la tarea que te aprestas a realizar. Los más importantes, básicamente, son guantes, una pala, un cuchillo afilado, un árbol pequeño de tu preferencia, y el terreno adecuado para el mismo. Incluso, si tienes en consideración las condiciones climáticas de tu zona será mejor para la adaptación de la especie.
Luego, tenemos que considerar en qué momento del año conviene plantar el árbol. Nosotros particularmente creemos que los mejores meses son los de otoño y primavera, ya que se trata de los que permiten una mejor adaptación al terreno por no tener una temperatura demasiado exagerada hacia uno ni otro lado.
A partir de allí comienza el procedimiento, y lo primero que hay que hacer es cavar un agujero para el árbol usando una pala de jardinería. Piensa que el ancho debe ser tres veces mayor al del pequeño árbol y de la misma profundidad de las raíces. Cuando vayas a hacer el traspaso de la planta, tienes que fijarte bien que no le quede nada de la tierra de la maceta, para que no haya problemas con la adaptación al nuevo terreno.
Cuando coloques el árbol en el hoyo que has hecho, tienes que sostener el árbol siempre por la base de la raíz para que no vayan a desprenderse. Luego lo giras hasta que quede perfectamente vertical, y a partir de allí, tienes que comenzar a rellenar el hoyo con la misma tierra que antes habías quitado, sin llegar a enterrar el tronco.