Te daremos las generalidades que tienes que tener el cuenta relacionadas al cultivo de las orquídeas. Lo primero que se deberá hacer es pensar en tres conceptos importantes en la vida de las plantas: el vegetativo, de floración, y el reposo.
El periodo vegetativo abarca cuando las plantas comienzan a generar sus nuevas raíces, hojas y brotes. El florativo va desde que empiezan a aparecer las flores hasta la maduración de las mismas y el reposo se refiere al que va desde la apertura de las flores hasta el nuevo período vegetativo.
También es necesario pensar si se van a cultivar especies híbridas o naturales. En el caso de las híbridas será necesario conocer las especies que se usaron para su obtención, por lo general se obtienen especies más adaptables a las diferentes condiciones dadas.
La temperatura en donde se vayan a desarrollar las orquídeas influye en la fotosíntesis y en la floración de la planta. Dentro de las especies de clima caliente encontramos: Vanda, Phalaenopsis, Renanthera, de clima templado: Cattleya y sus variedades, Dendrobiun tipo nóbile, Oncidium, Miltonia. Y las especies de clima frío: Cymbidium, Paphipedilum, Miltoniopsis, Odomtoglossum.
En relación a la luz será necesario diferenciar dos conceptos, el de fotoperiodo y el de intensidad. La intensidad se refiere a la cantidad de luz que recibirá la planta en base a sus necesidades y dependiendo de la especie. Se podrá medir usando un fotómetro pero también se podrá hacer de forma casera: en base al color de las hojas.
Las hojas de color verde lechuga cuentan con una buena iluminación, si se ven más claras indican un exceso de luz y será necesario colocarlas en la sombra. Si se presentan más oscuras se deberá colocar más al sol evitando los sitios con sombra. Son pocas las especies, especialmente epífitas, que se pueden cultivar directamente al sol, salvo que la exposición sea a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde. Así se evitarán las quemaduras.