El aloe vera, una planta curativa fácil de cuidar

Aloe Vera

El aloe vera es considerada una de las plantas más curativas existentes en casi todo el mundo, rica en propiedades naturales y fácil de mantener, de allí que se ha convertido en un solucionador de diversas problemáticas al punto que gran cantidad de personas no dudan en plantarla en su jardín.

En cuanto a los cuidados; la planta necesita un lugar soleado y cálido, de allí que en época de invierno debemos protegerla del frio y de las heladas. Así mismo, su crecimiento es rápido, y ofrece la posibilidad de expandirse a causa de que se reproduce mediante hijos que nacen alrededor de la planta.

Para lograr las funciones curativas de la planta, la recolección debe realizarse cuando el aloe ya cumplió entre dos y cinco años.

Entre la lista de usos medicinales y curativos, encontramos que puede ser útil para:

  • Disolver los depósitos grasos que obstruyen los poros y provocan acné, mejorando la apariencia y calidad de la piel, así como es capaz de eliminar células muertas y regular el PH en las tres capas de la dermis,
  • Hidratar y limpiar la piel,
  • Regenerar la piel tras irritaciones, quemaduras, picaduras de insectos, heridas superficiales, erupciones o eccemas,
  • Fortalecer el cabello, brindándole suavidad, resistencia y flexibilidad, gracias a sus agentes nutritivos, permitiendo evitar la caída del mismo y solucionando problemas de caspa,
  • Alisar las arrugas y reducir la apariencia de manchas oscuras de la piel e incluso en el caso de soriasis con tres aplicaciones diarias los resultados son evidentes rápidamente,
  • Calmar dolores musculares o de las articulaciones actuando como anestésico en la zona fuente de la molestia,
  • Mejorar la elasticidad de la piel en la zona de los glúteos y músculos, reduciendo la visibilidad de la celulitis, problema tan frecuente en el caso de las mujeres,
  • Mejorar y curar herpes y lastimaduras en la zona de los labios, ya sea por exposición solar o por depilación en caliente,
  • Tratar y curar lastimaduras por hongos en la zona del pie, sólo para nombrar algunas de sus tantas funciones curativas.
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