El Jacinto y sus cuidados

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Cuando pensamos en flores interesantes para nuestro jardín, probablemente a mucha gente se le venga a la cabeza el Jacinto, una planta muy buscada por los especialistas, que pertenece a las decorte perennes y bulbosas, y en términos más específicos, a la subfamilia de las escilóideas dentro de las asparagáceas; pero que es valorada sobre todo por el fuerte y rico aroma que se desprende de ella.

Pero además, una de sus características más extrañas, es que al contrario de lo que sucede con la mayoría de las plantas con flores aromáticas, el Jacinto desprende una misma intensidad casi durante todo el año, y si de hecho tuviéramos que destacar una época en la que es más sencillo llegar a sus olores, indudablemente ésta sería la del invierno y comienzos de la primavera.

Por lo demás, cuando pretendamos comprar un Jacinto, debemos tener en cuenta que existen muchas variedades de esta planta, aunque por lo general se comercializan sólo las más aromáticas. En cuanto a los colores de sus flores, también presentan una extraordinaria cantidad e variantes, entre las que podemos mencionar azul, púrpura, rojo, rosa, amarillo, naranja y blanco.

Cuidados del Jacinto

El Jacinto también destaca por algunos cuidados muy específicos. Por ejemplo, si queremos proveerle de una buena calidad de vida, debemos asegurarnos de comprar los bulbos en otoño, para poder plantarlos inmediatamente, y que a comienzos de la primavera ya se encuentren floreciendo; además de asegurarnos que la maceta en la cual lo ubicamos drene con eficiencia, porque el un exceso de agua puede pudrir sus raíces.

En cuanto al riego, conviene que el mismo sea frecuente, pero siempre utilizando cantidades de líquido bien medidas, para no sobrepasarnos. La ida es que la tierra nunca quede demasiado seca, y si lo haces correctamente, entonces ni siquiera tendrás necesidad de estar utilizando ningún tipo de fertilizante.

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