Tener un jardín árabe en casa es el sueño de muchas personas que los han podido ver en famosas películas, o en el catálogo de alguna tienda de decoración, y en efecto, se trata de uno de los estilos más buscados para el verde de nuestra casa. En esta ocasión, queremos enseñarte los preceptos básicos que definen este tipo de jardines, y qué hace falta para poder tener un jardín árabe en casa sin gastarnos miles de euros.
Jardín árabe: lo básico
Lo primero que debemos comprender si queremos tener un jardín árabe en casa es el concepto de estos espacios, que desde sus orígenes han estado relacionados con sitios para ver, escuchar, y dejarse llevar por el paraíso natural que nos rodea. La armonía es fundamental en los jardines árabes, como así también en los orientales, y por ello es fundamental más el cuidado, que el gasto excesivo en elementos decorativos.
Si tenemos una parcela de terreno amplio, la primera recomendación tiene que ver definitivamente con que generes distintos espacios dividiéndolos, ya que la conformación de zonas según sus usos está contemplada desde el nacimiento del jardín árabe. Además, como primero solo veremos una de estas zonas, las demás generarán una sensación de misterio muy árabe.
Los estanques también son fundamentales a la hora de conformar un jardín árabe, pues los habitantes de esta parte del mundo tienen un aprecio por los espacios con agua incluso muy superior a la que podamos tener nosotros. Si a eso podemos agregarle elementos como sonido y movimiento, con varios estanques unidos por pequeños puentes o canaletas, mucho mejor.
Y por último, muy característico de los jardines árabes, podemos mencionar los elementos relacionados con la estructura, entre los que se hallan los paseos con pavimento, las pilas, los bancos para descanso, las fuentes, y hasta arcos. No es necesario que todos ellos tengan una misión específica, sino muchas veces suficiente con que se encuentren allí.
¿Ya has tenido alguna vez un jardín árabe en casa? ¿Vas a intentarlo próximamente?
