A la hora de pensar en un jardín, hay dos cosas que debemos tener en cuenta para que sea vea bonito. La primera de ellas tiene que ver directamente con las especies de plantas y árboles que deseamos ubicar en su extensión, algo que es más fácil sobre todo cuando contamos con un gran territorio, pero cuando no es así, la imaginación se convierte en una excelente alternativa en búsqueda de la belleza, como mostraremos en este caso.
Por ejemplo, una técnica que se ha desarrollado mucho en los últimos años, tiene que ver con utilizar bloques de cemento como maceteros, los cuales además cuentan con la enorme ventaja de que apenas si ocupan espacio, y también, que nos permiten incluir una gran selección de plantas y flores si los ubicamos como en este caso, uno por encima del otro.
Sin embargo, una de las grandes ventajas que puede ofrecer este sistema con respecto a aquello que encuentres como puntos en contra, tiene que ver con que es sumamente barato, ya que los bloques de cemento se consiguen en cualquier fábrica por precios ínfimos, y que además no necesitas prácticamente conocimientos en la materia para poder desarrollar tu propio jardín de este modo.
Concretamente, la idea trata de apilar varios bloques de cemento y colocarlos apilados formando una especie de pared, aunque cambiando algunos de ellos y poniéndolos en perpendicular, para de esa forma ir generando una mayor cantidad de niveles conforme vamos avanzando, los cuales nos permitan aprovechar el espacio mucho más de lo que se podría en otras circunstancias.
Posteriormente, cuando los bloques de hormigón estén todos colocados en su sitio, podemos aprovechar a colocar las plantas salientes en cada uno de ellos, pudiendo elegir entre especies con o sin flor, además de que sean iguales o diferentes. En fin, que le agregues las plantas que más te gusten, para adornar este interesante jardín de bloques de cemento.