Las Kentias son uno de los géneros de palmeras más buscados en todo el mundo para los jardines, siendo originarias de la isla de Lord Howe en el Pacífico, por lo que si bien no son plantas demasiado sencillas de obtenerse, una vez que las tenemos podemos disfrutar de toda la belleza y armonía que ofrecen a nuestra casa, siendo una de las más utilizadas en su tipo para la decoración de interiores, tanto en hogares como en comercios.
Además, se debe tener en cuenta que un ejemplar desarrollado alcanza con facilidad los 2 metros de altura, por lo que se trata de una especie de planta que puede ocupar un sitio muy grande al que no tenemos nada que agregarle para que se vea mejor, y del resto se encargan sus alargadas y elegantes hojas, las cuales cambian durante todo el año, algo de lo que hablaremos más adelante.
Lo cierto del caso es que esta palmera debe estar en un sitio claro, ya que aunque tolera bien la sombra, lo que nunca soportará es la luz del sol directa, lo que podría provocar que todas sus hojas se quemaran en cuestión de minutos, por lo que debemos ser sumamente cuidadosos en este aspecto. Lo ideal sería colocarla detrás de una ventana o debajo de un media sombra, para que su crecimiento tampoco se detenga.
Luego debemos saber que, a pesar de que es una planta con fama de fácil de cuidar, la mayoría de los ejemplares tienen algunos problemas a la hora de mantener sus hojas durante todo el año, lo que se debe en muchos casos a malas maniobras de riego por parte de quienes las cuidan. Lo ideal es, entonces, regarlas de forma constante, con una cantidad de agua media, por lo que aunque pierda sus hojas las recuperará en poco tiempo.
Finalmente, otros cuidados a tener en cuenta con las Kentias están relacionados con que precisan de temperaturas entre los 14º y los 18º C, mientras que si queremos mejorar su aspecto y calidad de vida, recomendamos limpiar el polvo de las hojas de vez en cuando con un paño húmedo.