Un artículo más en el que nos referiremos a los conceptos generales vinculados al cultivo de las orquídeas, en este caso hablaremos del riego. Aprovechamos a invitarte a leer los artículos anteriores sobre el tema.
El riego al cultivar orquídeas dependerá del periodo en que se encuentre la planta. Si esta en una etapa vegetativa los requerimientos serán mayores por lo que necesitará ser regada más frecuentemente. Lo ideas es siempre regar a tus plantas por las mañanas temprano, especialmente si vives en una zona de clima templado o cálido.
El riego deberá dejarse escurrir y secar casi completamente antes de volver a regarlas. En la etapa de la floración se tendrá que disminuir un poco la periodicidad del riego hasta hacerlo casi de forma aislada durante el reposo. En el caso de las plantas que se cultivan en potes, especialmente si son de plástico la superficie puede secarse pero en su interior se mantiene la humedad, por eso nada mejor que verificar el estado general de la tierra, para ello se podrá introducir un lápiz o un palillo largo para chequear el grado de humedad retenida.
Tipo de agua
El agua ideal para el riego de las orquídeas es el de lluvia, si bien podemos decirte que cualquiera es aceptable, excepto el agua que sea muy calcárea.
Al realizar un cultivo de las orquídeas tenemos que pensar si encuentran en estado natural en esos casos no tienen muchos requisitos, en el caso de que sean llevadas a cautiverio las orquídeas deberán ser alimentadas de manera casi homeopática, ya que el exceso o la carencia de nutrientes puede llegar a ser bastante perjudicial.
Como sucede con casi todas las plantas los requerimientos principales serán tres: nitrógeno, fósforo y potasio. El nitrógeno es necesario para contar con un buen crecimiento vegetativo. El fósforo es necesario para estimular la floración y el potasio se encarga de fortaleces a la planta ayudando a sus raíces, además de colaborar el vigor general y el número de flores.