Las malas hierbas en el jardín perjudican a tus plantas de diferentes maneras, entre ellas consumiendo su agua y abono. Existen diferentes maneras para evitar su aparición.
Se puede realizar un acolchado, conocido como mulching , que se crea a partir de compost, paja, corteza de pino. Gracias a él disminuye notablemente la aparición de malas hierbas, evitando que el agua de la superficie se evapore fácilmente y que el estrato se compacte más de lo aconsejable.
En el caso de los árboles frutales es aconsejable segar la hierba de la base dejando los restos como acolchonado en la superficie bajo los árboles. Otra medida para evitar la aparición de las malas hierbas es con un plástico negro agujereado o malla antihierbas, así se evitará que salga la maleza.
Para controlar su aparición se puede quitar las hierbas a mano o con una azada. Esto puede realizarse siempre que las parcelas sean pequeñas, en el caso de superficies superiores se puede emplear una desbrozadora. La desbrozadora es una máquina que lleva un hilo de nylon. También se usa un accesorio que es un disco metálico mucho más potente que sirve para cortar el matorral y las hierbas más grandes.
Lo cierto es que ni la azada ni la desbrozadora llegan a matar las hierbas perennes, lo único que hace es cortar las hierbas al ras del suelo debajo que continúen vivas debajo de la tierra. Además con la desbrozadora se debe tener mucho cuidado de no tocar los troncos de los arboles ni los arbustos por la base ya que podrán provocarles heridas, las que quedan expuestas a otras enfermedades.
Mediante un correcto uso de herbicidas se pueden mantener el suelo libre de malas hierbas, se puede colocar al finalizar el verano, en ese momento se aplicará un herbicida residual. Este herbicida tiene la ventaja de no evaporarse con el calor. A pesar de tener un amplio espectro no sirve para tratar algunas malas hierbas, especialmente las perennes.