Probablemente no lo sabías, pero aunque se trata de la única parte del huevo que no se consume, las cáscaras ofrecen nutrientes esenciales para la vida, tanto de las plantas como así también de los seres humanos. En este caso concretamente, entonces, queremos enseñarte algunos interesantes trucos para que puedas ofrecer nutrientes a las especies de tu jardín mediante el polvo de las cáscaras.
Para comenzar, entonces, debemos considerar que necesitamos que la cáscara abarque todo el terreno posible, de forma que los nutrientes lleguen por igual no sólo a cada una de las raíces, sino también a cada una de las plantas que tenemos cultivadas. Es por este motivo justamente que recomendamos hacerlas polvo antes de utilizarlas.
De hecho, los especialistas consideran que de todas las harinas que podemos generar con restos de alimentos naturales de la cocina, la de huevo es una de las mejores, en vista de que posee características como ser nutritiva, inofensiva para el medio ambiente, barata, y sumamente rica en minerales, por lo que no tiene contra-prestaciones para con la planta.
De todos modos, debes seguir algunos consejos por muy sencillo que parezca el procedimiento, como el dejar las cascaras secar a la sombra, no al sol porque allí podrían perder algunos de sus componentes. Incluso, la verdad es que aunque pueda resultar molesto, no debemos guardar las cáscaras en su estado natural, sino solamente cuando ya las hemos convertido en harina para luego utilizarla.
Primero puedes romper las cáscaras con las mano y luego apelar directamente y sin miedo a una licuadora, de forma que quede conformada la harina de modo final. Luego añade una cucharada en las macetas pequeñas y hasta tres en las macetas grandes, y repite el proceso una vez por mes, de modo que notes efectivamente los resultados del caso.