El orégano es una de las plantas más famosas del mundo por varias razones, pero una de las principales indudablemente es que puede tener muchas funciones en la vida moderna. Sin embargo, si tenemos en cuenta que a su vez un porcentaje importante de la población no tiene demasiada idea acerca de cómo cuidarla, podemos concluir que es necesario hacer un repaso de sus cuestiones más importantes.
Por ejemplo, debemos saber que el mayor crecimiento de la planta se produce de marzo a octubre, por lo que se trata de los meses del año en los que más tenemos que regar la planta. En cuanto a la fertilización, la misma debe producirse únicamente cuando la planta tenga alrededor de unos 20 centímetros de altura, o en su defecto, cuando comiencen a aparecer sus raíces, aunque siempre puedes añadir al agua de riego algún tipo de fertilizante líquido mineral.
Además, y sin dejar de mencionar que puedes mantenerla al aire libre si está en zonas resguardadas durante la época más fría del año, siempre puedes utilizar el orégano en la cocina para aromatizar alimentos como pizzas, ensaladas o guisos con salsas, y sobre todo, se lo suele usar para acompañar el aceite y el vinagre, de modo que las ensaladas queden mucho mejor.
Pero incluso, el orégano es muy utilizado en la perfumería, considerando que sus hojas y flores se utilizan para la fabricación de jabones de tonos frescos que puedes hacer en casa seguramente si tienes un poco de manía y buscas los instructivos. Y por otro lado, también se hace presente esta planta en la medicina, como un remedio eficaz para aliviar los trastornos digestivos, además de ser considerada antiséptico.
Finalmente, si queremos considerar la siembra del orégano, no podemos dejar de recomendar el mes de febrero para hacerlo. De hecho, se trata de un procedimiento bastante simple. Lo único que tienes que hacer es colocar semillas en una maceta, cubrirlas con una ligera capa de turba y arena y no dejar que se evapore la humedad hasta que la planta germine.