Buenas tardes a todos, vamos a seguir hablando un poquito más sobre la multiplicación y reproducción de las plantas bulbosas. En el artículo de hoy hablaremos de los órganos subterráneos: Túberos, raíces tuberosas y si nos da tiempo, de los rizomas y los psudobulbos.
Los cormos son realmente similares a los bulbos, externamente. Sus diferencias se encuentra en las hojas secas de las que se componen y no de escamas. Los cormos agotan sus reservas y estas se transforman en discos secos que renovará completamente.
En los cormos las hojas son más bien delgadas y pequeñas. Las reservas son acumuladas en el tallo que es carnoso y tiene base en las raíces. En la zona superior hay una o dos yemas, de aquí se forma la nueva planta.
Los pequeños cormos que nacen alrededor del bulbo madre son perfectos para la reproducción, una vez que estén más gruesos. Estos podemos sacarlos en época otoñal… lavamos bien los bulbos con fungicida, dejamos secar y los guardamos en serrín, turba… el lugar debe estar fresco y seco. Después sembramos en primavera, en bandeja con compost. Dentro de dos años veremos la fase de florecimiento.
Ahora bien, los Túberos son tallos modificados para que estos puedan guardar sustancias de reserva. Se componen de una yema central y tiene forma circular más bien plana.
A los túberos no les sale hijuelos, por lo que una multiplicación por este méto túberos do no sería posible. Los los obtenemos mediante el cultivo a partir de semillas. Después de unos 9 meses, podremos manipular el ejemplar, retirando sus flores para que el tubero engrose.
Como nos hemos quedado un poquito cortos, en el próximo artículo acabaremos de explicar los dos últimos tipos de órganos subterráneos de las plantas bulbosas: las raíces tuberosas o también llamados tubérculos, psudobulbos y los rizomas.
-Todo acontecimiento doloroso encierra una semilla de crecimiento y de liberación-