Polinización de frutales

Polinización de frutales

Seguramente ya sabes que las flores son fecundadas por el polen y ahí surgen los frutos. Cuando hablamos de polinización nos referimos al transporte del polen de las anteras hasta el estigma. En los árboles frutales este proceso es realizado, generalmente, por los insectos, los que realizan una polinización entomófila, en algunos casos se realiza una polinización por viento o anemófila.

Si tus frutales no llegan a tener una buena polinización no llegarán a tener demasiados frutos. Especies como los manzanos, cerezos, almendros y ciruelos pueden necesitar la plantación de polinizadores. Esto significa que necesitan el polen de otra variedad diferente de la misma especie plantada cerca.

Estos polinizadores deben ser compatibles con los frutales que se quieran polinizar o sea que produzcan un polen válido para ellas, además deberán florecer al mismo tiempo que la variedad a polinizar.

Polinización de frutales

Las plantaciones de manzano (comerciales) se coloca por cada cuatro líneas de una variedad dos líneas de otra variedad para que cumplan el rol de polinizadores. Los expertos aconsejan un mínimo de 10 a 15 por ciento. En algunos casos se llegan a colocar colmenas de abejas por la parcela en el momento de la floración y se retiran cuando la polinización se realizó.

Algunas especies como los cítricos, parras, melocotones no requieren de la plantación de polinizadores pero si necesitan de una mezcla de variedades juntas que florezcan al mismo tiempo. Estas especies son consideradas como autofértiles.

Existen algunos inconvenientes en la polinización y en la fecundación. Por ejemplo cuando las temperaturas son muy elevadas en el momento de la polinización el óvulo envejece más rápido y no llega a mermar la fecundación de las flores. También puede pasar que las lluvias laven el polen generando una baja floración.

Foto | Flickr

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