A la hora de enriquecer la tierra también se evita en un jardín ecológico el uso de abonos artificiales de los que se encuentran en el mercado.
Nadie abona los bosques, que se nutren de lo que ellos mismos producen y no solo siguen funcionando sino que se enriquecen a si mismos.
Esto también puede hacerse en un jardín ecológico, que es como una pequeña parcela de bosque. Los restos vegetales producidos por el jardín pueden utilizarse para generar compost de forma muy sencilla, pues solo hay que apilar la hierba cortada, los restos de podas, los frutos pasados y todos los restos vegetales posibles en un punto del jardín, bien sea al aire libre o en un recipiente preparado para tal efecto.
La fermentación de los restos de la parte inferior del montón genera calor que acelera la descomposición y transformación en compost, a la que ayudan las lombrices y otros animales y hongos.
El mantenimiento de este sistema de compostaje natural es muy sencillo y solo hay que remover periódicamente el compost para airearlo y evitar una fermentación extrema que genere productos como fangos o gases algo tóxicos, aunque esto no tiene por que ocurrir y no reviste ningún peligro para la salud mas que algún mareo por malos olores.
Un jardín así mantenido no necesita sacar sus podas a la basura y estos mismos restos se devuelven a la tierra cada primavera convertidos en fértil compost. Como puedes comprobar el realizar compost casero es bastante beneficioso y económico.