A la hora de tener que plantar césped nuevo en el jardín, una de las primeras necesidades que vamos a tener siempre, tiene que ver con preparar todo el terreno de cara a los nuevos seres vivos que vamos a estar agregando, a fin de que ni los elementos anteriores, ni los que están por llegar, se vean perjudicados por este cambio que vamos a proponer, siendo el mismo beneficioso para todas las partes.
Por ejemplo, una de las primeras cosas que debemos hacer si hemos decidido instalar nuevo césped en nuestro jardín, será poner una red de riego que contemplemos como eficiente de cara a nuestras necesidades, para de ese modo evitar que luego puedan aparecer diferentes problemas con la formación de charcos o pequeñas inundaciones. En este mismo sentido pensamos en la red de drenaje.
Hay que destacar que muchas veces, éstas dos cuestiones anteriores pueden ser solucionadas rápidamente si la inclinación del suelo ha sido determinada para proceder a la acumulación de agua sobre los laterales en los cuales la misma se desaparece. Sin embargo, si la zona donde pensamos plantar el césped es más bien tendiente a acumular agua, recibirá gran cantidad de la misma, o tiene un sustrato muy arcilloso, igual debemos estar atentos.
Del mismo modo, en los casos en los que el terreno donde pensamos sembrar sea sumamente arenoso o lo que se denomina en la jerga como “pobre”, lo que podemos hacerlo, para obtener un mejor crecimiento del pasto, es enriquecerlo con la aplicación de algunos centímetros, tres aproximadamente, de turba, para de ese modo aprovechar a generar un mejor drenaje.
Luego, para finalizar, no podemos dejar de recomendar que se realice una labrada de la tierra antes e comenzar a sembrar, una tarea que podemos llevar a cabo siempre que tengamos un poco de tiempo con una azada de mano, tomando distintas parcelas de todas las que utilizaremos para plantar el césped nuevo.