Las temperaturas elevadas pueden ser muy malas para las plantas. Para cuidarlas debemos tener en cuanta algunos aspectos. En muchos casos será necesario crear un acolchado natural en el suelo, además de tomar cuidados para evitar las plagas y las enfermedades.
El verano es una época del año muy especial en que las plantas pueden sufrir, en especial las que florecen durante el verano. Un punto que no debe descuidarse durante el verano es el riego de las plantas, debe ser abundante, especialmente en las regiones más secas.
Pensemos que el agua se puede evaporar rápidamente, por eso los riegos deben ser profundos, evitando que el agua entre en contacto con sus hojas. Lo mejor es echar agua lentamente, evitando que el suelo se encharque.
Tenemos que prestar atención a los horarios del riego, puede ser muy temprano por la mañana o cuando el sol ya haya caído o por la noche. Si se riegan las plantas en los horarios de más calor, además de derrochar agua, puedes generarle un daño por el efecto que ésta produce en la superficie de las hojas.
Las plantas que están en macetas requieren un mayor riego que las que se encuentran en el suelo. Las plantas que no están en macetas tienen la posibilidad de buscar una mayor humedad y los nutrientes expandiendo sus raíces. Si el espacio es limitado unicamente dependerán del agua que se les eche.
Lo ideal es crear microclimas, esto pueden ser creados gracias a la presencia de árboles, grandes arbustos, estanques o en una terraza o balcón.
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