Debes cuidar que las rosas no se enfermen, en especial protegerlas de los hongos que aparecen durante el verano o la primavera. Para eso debes realizar una pulverización para combatir la antracnosis o las esporas de moho que hayan sobrevivido al invierno. Las rosas pueden necesitar de una pulverización cada mes.
No deberás dejar ninguna hoja de la temporada anterior en las plantas o en la tierra, ya que estas pueden estar enferma y no notarse. Destruye las hojas y no las conviertas en un abono orgánico.
Es importante que podes las rosas para así fomentar que crezcan sanas y que la planta adopte la forma que quieras. Retírale los tallos muertos, dañados o débiles, permite que tome aire y luz solar en el centro de la planta, así evitarás la aparición de enfermedades.
No es necesario que las podes demasiado pronto cuando llega el clima frío o templado, ya que la rosa estará aletargada y si después aparece una fuerte helada la planta podría morir. Lo mejor es podarla de forma tardía justo antes de que comiencen a brotar los capullos.
El regado a tus rosales debe ser realizado de manera lenta y cuidadosa. Lo aconsejable es hacerlo dos veces a la semana. No debes hacerlo al anochecer ya que puede generar moho, tampoco debes hacerlo directamente sobre las rosas los días de mucho calor o cuando le da el sol de manera directa ya que el sol podrá secar la tierra antes de que pueda absorberla.
Durante la primavera bona los rosales, a partir de esta estación es aconsejable hacerlo una vez al mes colocando composta alrededor de la planta. Recuerda siempre usar productos que sean específicos para las rosas.
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