Las camelias son algunas de las flores más bonitas que existen, no sólo por su belleza en sí, sino por que además, históricamente, siempre se las ha relacionado al amor y al romanticismo, motivo suficiente para que muchas personas, sobre todo mujeres, apuesten por comprarlas e intentar plantarlas en su jardín, aunque cuando no tienen verdadera idea de cómo poder cuidarlas, y ofrecerles una mejor calidad de vida.
Justamente para éstos casos es muy interesante que sepas que se trata de una planta a la que la estación del invierno, al contrario de lo que sucede con otras, le cae sumamente bien, por lo que no tendrás que extremar cuidados en ese momento del año. Además, como existen muchas variedades de esta planta, siempre puedes preguntarle a tu jardinero, o a quien te las vende o consigue, cuáles son las que más te convienen.
Luego, ya directamente hablando de los cuidados que requiere esta planta, podemos decir que en principio estaremos necesitando, si queremos que se adapten a nuestro jardín, tierra ácida, flexible y no demasiado seca, ya que se trata de un ser vivo que presenta una mejor adaptación, probada a través de los años y de la experiencia, a los terrenos que tienden a estar húmedos.
De la misma forma, te recomendamos que comiences el proceso de plantación por primera vez, cavando un hoyo y rellenándolo con un substrato ácido y ligero, siendo perfecto si la tierra tiende a ser húmeda, y por consiguiente, pesada. Una loma también es una buena opción en estos casos, porque como la camelia requiere de suficiente agua durante todo el año, permitirá también que el drenaje sea efectivo.
Además, las camelias no se niegan de ninguna forma a ser plantadas en macetas, y de hecho, al igual que en caso de las hortensias, el sol no les viene demasiado bien, ya que les produce cambios demasiado rápidos de temperatura, sobre todo cuando vienen de una helada por la noche, y amanecen con los rayos solares.
