Existen algunas precauciones que deberás tener en cuenta antes de plantar. En el caso de los arbustos un punto fundamental es verificar que se coloque en el sitio correcto. Entre las cosas que deberás tener presente encontramos: la textura del suelo, su ph, la riqueza de los nutrientes.
En relación con la textura del suelo debemos evaluar si es arcilloso o se encharcará fácilmente. En el caso de que la zona elegida tenga muchos arbustos no aguantará. Para verificar si el suelo tiene un correcto drenaje verifica si absorbe bien el agua después de las lluvias. Los suelos que tienen problemas con el exceso de agua sólo soportan las especies que resisten más o menos bien. Si tienes dudas pregunta en una tienda donde vendan plantas.
El suelo puede ser ácido, neutro o alcalino (llamado también calizo). Algunas plantas no resisten los suelos alcalinos, en estos casos las hojas se empezarán a volver amarillas y con el paso de los días se morirán. Entre las especies más perjudicadas en estos suelos encontramos: Hortensia, Gardenia, Camelia, Azalea, Rododendro, Brezo.
Algunas especies necesitan suelos con más nutrientes, otras soportan los suelos más pobres. En base a la especie deberá llevarse adelante un abonado. Por ejemplo, la Camelia japónica requiere de un suelo rico, en cambio una Pistacia lentiscus soporta los suelos pobres.
Especies como la Azalea, Aucuba, Fatsia, Helechos, Arce japonés necesitan ubicarse en un sitio donde reciban sombra o semisombra. En el caso de las rosas o adelfas necesitan muchos más del sol para su crecimiento.
Si el viento es muy fuerte algunas plantas se verán perjudicadas, por eso deberán estar resguardadas. Esto es un problema en los jardines próximos al mar, en donde los vientos traen la sal que queda depositada en las plantas quemándolas.
Deberás asegurarte con tener el espacio disponible para que tu planta se desarrollo bien. Evita poner un arbusto de tamaño grande en un sitio con poco espacio. Por eso deberás saber el tamaño que tendrá tu planta cuando haya alcanzado su madurez.