Cuando tenemos un jardín, una de las principales preocupaciones con las que empezamos a lidiar está relacionada con el mantenimiento de cada una de las especies vegetales que se encuentran en esta parte de nuestra casa. La cuestión es que a veces es imposible lograr que las especies animales convivan en el mismo sitio sin dañarlas, y por eso debemos poder detectar estos problemas a tiempo, y actuar en consecuencia.
Lo primero que debes saber, es que el hecho de encontrar animales silvestres en tu jardín no necesariamente quiere decir que éstos resulten perjudiciales para tus plantas, y por eso mismo es importante que te tomes la molestia de revisar si éstas están siendo atacadas, para sólo en ese caso intentar ahuyentar a los animales.
A partir de eso, los distintos síntomas que presentes las plantas y la zona te permitirá reconocer si en efecto estás en presencia de una especie animal u otra. Por ejemplo, si ves que los daños son cerca de las raíces, en la tierra y a poca profundidad del suelo, tienes que saber que estás en presencia de conejos o topos.
Luego, en algunas zonas en las que habitan animales sobre todo de tipo silvestres, es posible que tengas que lidiar con las ardillas. En este caso verás que las mismas excavan túneles subterráneos y hacen montículos en las zonas verdes y alrededor de los árboles. Sin embargo, se trata de animales que a menos que expresamente se vean perjudiciales para el jardín, no lo son, así que no los ataques sin necesidad.
En cualquiera de los casos anteriores, si es que has detectado fehacientemente el daño del animal sobre el jardín y sus alrededores, tienes que considerar que es necesario tomarse el tiempo de buscar las herramientas más adecuadas y eficaces para combatirlos. Por los tamaños de estas especies que mencionamos, una buena opción pueden ser los cercos.