La salvia es una de las plantas más buscadas y utilizadas en la realidad, aunque paradójicamente, pocas personas sepan realmente cuáles son los cuidados que les permiten obtener mejores resultados de ellas. Por eso, en este artículo, vamos a analizar algunas de las cuestiones importantes a la hora de tener salvias más cuidadas que antes, y aprovechar estas plantas que ya eran buscadas desde tiempos del Imperio Romano.
Lo primero que se debe tener en cuenta acerca de los cuidados que hacen a las salvias tiene que ver directamente con la forma en la que las plantamos. Por ejemplo, se entiende que se las puede cultivar junto a otras hierbas aromáticas, porque de esa forma lograrás mejores olores en todo tu jardín, y tienes que considerar únicamente que hay que dejar un espacio cercano a los 30 centímetros entre todas ellas, lo cual se considera suficiente para que las raíces se esparzan.
Luego, si tu verdadera idea es plantar y cultivar la salvia en el suelo, debes saber que esta planta es muy adaptable a cualquier tipo de tierra, aunque no podemos dejar de mencionar que por sus orígenes mediterráneos, se la encuentra predominantemente en en suelos secos, calcáreos y bien expuestos al resto de la naturaleza.
En cuanto al riego, considera siempre que no debería ser muy abundante, de modo que es mejor regar varias veces con poca agua que en muchas ocasiones pero con abundante líquido. De esa forma, y si expones la salvia a la luz, estarás logrando las mejores expresiones que se conocen de esta planta.
Finalmente, en el caso de que las hayas cultivado en interiores, no se puede dejar de lado que probablemente los insectos se le acerquen, y es allí cuando debes regarla de forma más constante aún, ya que el agua suele alejar a estos bichos. Si ello no funciona, sin embargo, recomendamos que le pases una esponja o algodón mojado embebido en alcohol.