La planta de cocos o cocotero es una de las especies que suele usarse dentro de la jardinería. En algunas ocasiones llega a medir hasta 30 metros de altura, si la vas a colocar en el interior su altura no superará los tres metros. Una de las especies, el cocotero enano, no llega a alcanzar el metro. Sus troncos están cubiertos de fibras marrones y hojas con finos foliolos y largos pecíolos.
Uno de los puntos negativos es que no su vida no es demasiado longeva. Para su correcto desarrollo debe estar en un lugar donde reciba una buena cantidad de luz, pero sin que le de sol directo. Lo ideal sería que viva en una zona con temperaturas de un mínimo de 16 grados y un máximo de 25.
El suelo debería estar formado por 50 por ciento de mantillo de hojas y 50 por ciento de tierra mezclada con un poco de arena. Es aconsejable trasplantar el cocotero cuando aparezcan las raíces por debajo de la maceta.
Durante el verano debe recibir un riego abundante, en el invierno deberá mantener la tierra húmeda. Si hace mucho calor se pueden regar las hojas durante el anochecer o a primera hora de la mañana.
Se puede abonar cada diez días con algún fertilizante mineral, esto debe hacerse únicamente durante la primavera y durante la mitad del verano.
Entre las especies que más la afectan se encuentra la cochinillas y la araña roja.
Su fruto se caracteriza por ser grueso como la cabeza de una persona, llegando a pesar entre uno y dos kilos, es una drupa con epicarpo delgado y liso, con un mesocarpo fibroso de unos 8 centímetros. El coco se puede usar entero, como fruto o puede ser dividido por partes (la pulpa, la cáscara y la leche).
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