Cada especie de árbol necesita de un clima especial para poderse desarrollar. Existen climas cálidos, fríos, secos, húmedos y en cada uno de ellos se puede desarrollar una vegetación diferente.
Por esa razón, cuando tengas que elegir un árbol para tu jardín deberás tener en cuenta el clima de tu zona, además de las características del suelo y del espacio que se requiere para optimizar el crecimiento.
Una buena opción es mirar alrededor, observando las especies que han en los jardines públicos para saber cuales especies se desarrollan adecuadamente. Otra opción es acercarse a los viveros y ver que tipo de árboles se venden ahí.
Un error muy frecuente se suele dar en la compra de los frutales, un claro ejemplo es lo que sucede con los groselleros o cerezos que se venden en todos los sitios, incluidos donde el clima es cálido sin el frío suficiente que se necesita para acumular la fructificación.
Consulta con algún profesional antes de comprar un árbol frutal, para saber cual es la variedad apropiada.
En el caso de que quieras comprar un árbol por catálogo o que decidas traer un ejemplar de un lugar con otro clima deberás saber si tiene la capacidad de adaptarse a tu jardín o morirá.
Debemos saber si los árboles pueden o no soportar el frío. Son muchos los que llegan a aguantar las heladas débiles, pero cuando estas son fuertes (inferiores a lo – 10 grados) pueden aparecer los problemas. Por ejemplo, un naranjo que está en una zona en donde hace menos de 5 grados bajo cero las hojas podrán quemarse, lo mismo suele pasar con las palmeras.
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