Entre todas las plantas de jardín que podemos recomendar dentro de las aromáticas, una de las más interesantes es el Espliego. De hecho, aunque puede ser encontrada bajo otros nombres como Lavanda, Cantueso o Alhucema, se trata de una especie que comprende muchas otras semejantes, en su mayoría subarbustivas que proceden de las islas Azores y Canarias y del litoral mediterráneo, así que analizaremos algunos de sus principales cuidados a tener en cuenta.
El espliego, perteneciente a la familia de las Labiadas, un género integrado por unas 20 especies de plantas, teniendo como una de sus principales características el hecho de crecer hasta los 90 centímetros de altura en el mejor de los casos, además de que sus flores, por lo general de un color azul tan intenso que parece violeta, hacen ver más bello cualquier jardín.
Por otro lado, si queremos asegurarnos de ofrecerle la mejor calidad de vida posible a estas plantas, debemos tener en cuenta que requieren habitar un sitio soleado, con temperaturas de más de 15º C y menos de 25º C. por lo demás, son muy interesantes porque se adaptan casi a cualquier tipo de terreno que les ofrezca un buen drenaje, de la misma forma que puede llegar a ser cultivadas en terrenos pobres y crecer con eficacia.
También es otro punto a favor del espliego, el hecho de que no necesita ningún tipo de fertilización, más allá de que un abonado líquido cada dos semanas durante el período de floración, hará que esta sea más abundante. Por lo general, se trata de plantas que suelen ser utilizadas en los jardines para formar nacizos de flor, y también en los que se pretenden tengan una función aromática para el resto de la casa, debido al olor tan hermoso que desprende.