Los rosales trepadores son una de las mejores alternativas que tienen aquellas personas que quieren decorar sus jardines sin estar demasiado encima de las especies que escogen para los mismos. Por este motivo, a continuación te vamos a enseñar algunas de las características más salientes de este tipo de especies, considerando que nos permite lograr un tono realmente atractivo para el fondo de nuestra casa, en pasos bastante simples.
Lo primero que uno debe tener en cuenta siempre que quiera colocar un rosal trepador en su casa, es que existen varios tipos de especies que pueden ser consideradas. Algunas de las más famosas son los ramblers y los climbers, entre los más buscados en todo el mundo, ya que en general crecen de una forma bastantes sencilla, y no requieren de demasiados cuidados por parte nuestra, algo fundamental sobre todo cuando ya tienen una extensión importante.
Otra buena variante, que no es tan utilizada pero que ha comenzado a ser muy tenida en cuenta en los últimos años, es el denominado “rosal pila”, ya que es el especialmente diseñado por la naturaleza, por sus condiciones, para adaptarse a los pilares o balcones de los hogares, considerando que no crece tanto como los otros, pero es realmente muy resistente a las condiciones climatológicas.
Cuidados
Si pensamos en los cuidados que podemos tener para con nuestros rosales, una vez instalados los mismos, te recomendamos especialmente que tengas a bien distinguir siempre las ramas principales, y como éstas se van desglosando en otras más pequeñas. Justamente las más frondosas, son las que te tienes que asegurar que se mantengan en perfecto estado, aunque las más pequeñas son las que ofrecen más cantidad de flores.
Por este motivo que señalábamos anteriormente, lo ideal es que la poda se realice sobre las ramas más pequeñas, dejando las grandes a su porvenir, porque siempre se manifiestan en otras. En caso contrario, verás que las flores comienzan a brotar cada vez menos, y eso es algo que evidentemente queremos evitar.