Muchas veces hemos hablado del término “abono foliar”, o tal vez lo hayas escuchado en algún artículo de la televisión, diarios especializados y demás, pero no estás seguro de que se trata. Por ese motivo, a continuación vamos a explicarte no sólo que engloba el término, sino también cuáles son los elementos principales que debemos tener en cuenta a la hora de aplicar este procedimiento sobre nuestras plantas.
Básicamente, lo primero que debemos tener en cuenta es que el abono foliar consiste en pulverizar los fertilizantes directamente sobre las hojas, al contrario de la mayoría de los demás casos de colocación de abono, en los cuales el mismo va sobre la tierra, para que ingrese por las raíces de las plantas.
Sin embargo, la diferencia más sustancial que podemos encontrar entre el abono foliar y el abono común, es que en el caso del primero, se suele utilizar cuando se requiere que las distintas especies de plantas absorban todos los nutrientes de forma rápida, para que se los metabolice cuánto antes, y los resultados queden expuestos en un período de tiempo más corto, por lo que es ideal para emergencias.
Además, otro elemento a tener en cuenta acerca de los abonos foliares, es que los mismos deberían ser siempre considerado sólo como un complemento, ya que diversos estudios han demostrado, y los especialistas sostienen lo mismo, que la principal fuente de alimento de una planta le debe venir vía raíces, así que tampoco debemos descuidar el abono regular.
En la mayoría de los casos, el abono foliar se utiliza para aportar pequeños microelementos a las plantas, como pueden ser el Hierro, Manganeso, Cobre, Cinc, Boro y Molibdeno. Por lo demás, considera siempre que si tienes quemaduras en las hojas, puedes evitarlas respetando las dosis que indican los envases donde se encentran estos abonos.