Existen en todo el mundo distintos estilos de jardines, diferentes entre ellos y muy bien definibles. Uno de los más espectaculares en este sentido, justamente, es el jardín japonés, cuyas características principales vamos a estar analizando en los próximos párrafos, aunque adelantamos que el objetivo de este tipo de presentaciones de especies de plantas y árboles es el de poder transmitir una imagen de paz y espiritualidad, conceptos muy relacionados con Japón.
Al respecto, podemos comenzar diciendo que para que puedas crear tu jardín japonés, tienes que comenzar a desentenderte un poco acerca de los colores y los tamaños de las distintas especies de árboles y plantas, para comenzar a tener más en cuenta el significado simbólico que poseen cada una de ellas. Los Bonsai, por ejemplo, son un claro representante de este apartado.
Además, como se trata de un estilo de jardín que apuesta por la tranquilidad y la armonía, lo lógico es que no llenes el mismo de plantas así porque sí, sino que piensas a la hora de agregar cada una de ellas. Incluso, los árboles son más importantes que en otro tipo de jardines, considerando que tienen que ser grandes, y dar la sensación de que llevan décadas en este sitio, dado que la eternidad es uno de los conceptos más importantes de la cultura japonesa.
En este último sentido, podemos recomendarte especialmente los denominados “pinos japoneses”, los cuales presentan esta serie de características, al igual que los arces japoneses, y en general, todas las especies de árboles que llevan el gentilicio “japonés” en su nombre.
Otro de los elementos clásicos del jardín japonés son las fuentes o estanques de agua, ya que se tienen que parece la zona de la casa lo más posible a un espacio formado por la naturaleza. Muchas personas apuestan en este caso por pasarelas o puentes ornamentales, linternas o farolas japonesas, y hasta caminos más o menos sinuosos.