Entre las muchas plantas que podemos llegar a recomendar para el jardín, existen algunas más destacadas que otras, y evidentemente el pensamiento es una de ellas, ya que destaca por resistir a la perfección las temperaturas más bajas del invierno, sin dejar de considerar tampoco que sus cuidados son bastante sencillos en relación a la belleza que ofrece gracias a sus variadas tonalidades.
Para comenzar, podemos decir que se trata de una flor de exteriores que necesita iluminación, perteneciente a las hortícolas y de la familia de las violáceas, teniendo como una de sus principales características la variedad de tonalidades, como mencionábamos antes, que en parte debe a las experimentaciones que han tenido como base al pensamiento europeo, denominado a veces “viola tricolor”.
Entre otros aspectos a reseñar de estas flores, debemos mencionar algunos como su altura de hasta 30 centímetros, aunque la media es de unos 20. También hay que señalar que la etapa que corresponde a su floración es la que abarca los meses otoñales, pero continúa hasta bien entrada la primavera, y paradójicamente, en verano su aspecto puede no ser el mejor, aunque en invierno resurgen con toda la fuerza.
Acerca de los cuidados que debemos brindarle a estas plantas, algunos de los principales son que necesitan suelos ricos en nutrientes para un buen crecimiento y mejor floración, aunque no por ello debemos descuidar un ambiente que se mantenga siempre húmedo, y también debemos estar atentos a evitar que el suelo se encharque, aunque se trata de maniobras que por lo general son comunes a todas las plantas.
Sobre las enfermedades, no se puede dejar de lado que es una flor muy propensa a ser atacada por los pulgones. Por eso, a fin de evitar el ataque de estos animales, lo que debemos hacer es rociar los pensamientos con insecticida casero. Y en el caso corriente de que aparezca un hongo llamado oídio, que podemos reconocer por el color blanco de la flor, tenemos que resignarnos y comprar plantas nuevas, ya que difícilmente se sobrepongan a ello.