Las margaritas son una de esas plantas con flores que le gustan a todo el mundo, y si las quieres tener tú también en tu jardín, no puedes dejar pasar la oportunidad de plantarlas en esta época del año, considerando que se trata del mejor momento de la temporada al respecto. Debes tener en cuenta, además, que se trata de una especie originaria de las zonas templadas del hemisferio norte, por lo que muchas de sus características y cuidados son los mismos que en Europa.
Esta planta herbácea que pertenece a la familia de las asteráceas, cuenta con la particularidad, por ejemplo, de que suele florecer durante una buena parte del año, concretamente desde el comienzo de la primavera hasta el inicio del invierno, de forma que podrías ahora mismo darte vuelta, o mirar sobre el ordenador, y observar tu jardín lleno de margaritas. Bien, piensa para que el año que viene podría estar así también si empiezas a trabajar ahora al respecto.
Como de seguro habrás entendido con todo lo que venimos diciendo, el mejor momento del año para plantar las margaritas es el comienzo de la primavera, aunque la verdad es que aún estás a tiempo si las altas temperaturas acompañaban un poco. Un punto a favor si quieres plantarlas este fin de semana, por decir algo, es que se trata de una planta realmente fuerte, resistente a las temperaturas frías aunque recién comience su vida.
Luego, es importante que tengas en cuenta algunos cuidados muy interesantes al respecto para poder sacar mayor provecho de sus virtudes, como por ejemplo que busques un sitio en tu jardín al que el sol llegue perfectamente, además de enriquecer el suelo donde la vas a plantar, ya que las margaritas crecen mejor cuando éste presenta algunas características como el ser fértil, húmedo y estar bien drenado.
Además, otras consideraciones secundarias del caso tienen que ver con hacer un buen riego general de la zona luego de la siembra. Durante todo el verano también deberás ser constante con los riegos para que la planta termine de asentarse. Incluso, podrías utilizar tutores para asegurarte de que la planta se mantiene clavada a la tierra y crece firme y recta.
