También conocida como “escopolamina”, la planta de la burundanga es una de las que más preocupa a las autoridades policiales de varias ciudades españolas, considerando que se trata de una especie que en apariencia resulta completamente inofensiva para los seres humanos, pero que se asocia a casos de violación sexual en todo el mundo porque mezclada con ciertos elementos alimenticios, tiene la capacidad de suprimir la voluntad propia de las víctimas.
Los efectos de la burundanga
En efecto, sucede que la burundanga, una planta cuyas flores tienen forma de campana y que incluso muchos avalan como elemento decorativo en hogares, parece a simple vista inofensiva y de hecho lo es en la mayoría de los casos. Sin embargo, se ha comprobado que es utilizada en situaciones de robos, abusos o violaciones sexuales, porque combinada con chocolate, gelatina, pero sobre todo alcohol, impide la capacidad de reacción de las personas.
El problema es que la burundanga la mayoría de las veces no es plantada por las personas, sino que crece de forma silvestre o salvaje, y quien es consciente de sus capacidades puede tomarla de la naturaleza para hacer el mal. Por eso, no solo en España sino en buena parte del mundo, se trata de una especie que es perseguida en los sitios públicos para evitar que se la utilice de esta forma, siendo más común de Sudamérica que de Europa, y por lo tanto más vigilada de cerca allí.
No aparece en los análisis
Otro problema de la burundanga es que cuando a una víctima de violación o abuso sexual se la somete a un estudio para comprobar cómo ha quedado en ese estado de inconsciencia, ésta no aparece como parte de los resultados de los análisis. Y aunque en España no está prohibida aún, sí en otros países del mundo, lo que ha generado un enorme tráfico ilegal de ella, y siempre que tengamos una en casa conviene consultar a un experto al respecto.