La tijereta: un problema común en jardinería

Tijereta plaga

Entre todos los problemas comunes que podemos llegar a tener en nuestro jardín en cualquier momento del año, uno de los peores es, sin ningún lugar a duda, la denominada tijereta. Aunque muchas personas la han sufrido y ya saben cómo tratarla, lo cierto es que otros tantos se mantienen invictos, y por eso mismo te vamos a recomendar algunos elementos a considerar cuando quieras que deje en paz a tus plantas.

Lo primero a destacar es la cuestión general acerca de este insecto, llamado Forficula auricularia, que como decíamos, puede ser un problema en nuestro jardín o huerta, y que si bien es bastante molesto, a largo plazo es posible controlarlo.

Cómo encontrarlo?

Claro, lo primero para dar con la tijereta es saber reconocerla. A tenerse en cuenta algunas de sus características principales, como el hecho de que se trata de un típico insecto, de color negro brillante, que tiene dos extensiones afiladas al final del abdomen, lo que le da la forma famosa de tijera, y su nombre final, que poco tiene que ver con el científico. Lo demás, los machos tienen esas extensiones más redondas, y las hembras más extendidas.

Por qué afecta a las plantas?

Aunque el insecto esté ahí, conviene que seamos conocedores de todos los problemas que causa para nuestras plantas. La cuestión es que la tijereta posee una especie de aparato bucal masticador con el que se alimenta de casi todo lo que se encuentra en su camino, con elementos entre los que podemos mencionar por ejemplo frutos, brotes y hasta flores, así que definitivamente es una plaga que debemos quitarnos de encima.

Dónde encontrarla?

Por lo general, podemos encontrar la tijereta en sitios como debajo de las cortezas de los árboles o en espacios sombreados, aunque suelen salir a comer sólo de noche.

Cómo controlarlas?

Finalmente, lo más importante, claro, es saber cómo controlar la tijereta. Lo mejor es licuar dientes de ajo en agua, filtrar la preparación, agregarle cuatro litros más de agua y tres gotas de detergente. Rociamos las plantas, y adiós tijereta.

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