Plantar arbustos es una alternativa ideal para darle una buena vista a los jardines, muchos de ellos se caracterizan por ser resistentes a las diferentes condiciones climáticas. Al comprar un arbusto seguramente vendrá en una maceta de plástico, por eso será necesario trasplantarlo a la tierra. Cabe destacar que algunos de hoja caduca se pueden conseguir a raíz desnuda, esto es bastante común en el caso de los rosales.
Cuando vayamos a colocar un arbusto es necesario dejar una distancia apropiada, plantar uno muy cerca del otro es un error frecuente que con el paso de los años puede generar una masa enmarañada y densa que cuesta eliminar al querer trasplantarlo. Por eso es mejor dejar el espacio suficiente desde un comienzo.
La distancia apropiada dependerá del tipo de arbusto y de la densidad que estemos buscando con su plantación. Los que son más grandes y crecen con el paso de los años requerirán más espacio, los que son más pequeños o enanos se agrupan dejando entre 1, 1,5 y 2 metros entre cada uno.
Para plantarlos deberemos excavar un hoyo que sea proporcional al tamaño de la maceta, cuanto más grande sea el lugar mucho mejor. La tierra que obtengamos del hoyo la podremos mezclar bien con mantillo o turba y rellenar el espacio libre, además de poderse usar algunas macetas o sitios desnivelados.
No será necesario realizar un abonado mineral en el momento de la plantación, sólo bastará con un abonado orgánico para empezar. Con el paso de los meses sí será necesario usar un abono mineral o un fertilizante que sea de liberación lenta.
Parte de la tierra enriquecida con abono orgánico deberá colocarse con el pie de la azada. Recuerda que los arbustos a raíz desnuda se plantan en el invierno y se tendrá que hacer con mucho cuidado para no dañar esa zona tan frágil. Es necesario que la tierra quede apretada con las raíces para que no se formen bolsas de aire.
Riega con bastante agua y si es necesario realiza una pocilla con tierra.
