Las rosas son una de las plantas con flores más hermosas que podemos encontrarnos, y por este mismo motivo es que, con el correr del tiempo las mismas han logrado inspirar canciones, historias y poemas, además de ser utilizadas en ocasiones muy particulares. Básicamente, en este artículo queremos enseñarte algunos aspectos acerca de por qué las rosas, más allá de lo exclusiva que son, pueden ser para todos.
Cuidados básicos
Entre los principales cuidados que debemos considerar en relación a las rosas, debemos destacar los más importantes, relacionados con que cualquiera de sus variedades, requiere de al menos seis horas de sol directo y si es más mejor. Por otro lado, es fundamental saber desde donde viene la especie, para poder brindarle algunos cuidados que puedan ser interesantes en cuanto al calor que reciba.
El riego, con reparos
A tener muy en cuenta también en estos casos, que las rosas no se puede regar al mediodía porque el agua sobre sus hojas puede producir una especie de reflejo sobre las mismas, que posteriormente se traduce en que la planta se queme viva. Eso sí, ya sea que la riegues por la mañana o al atardecer, conviene que lo hagas de forma completa, es decir, hasta que el agua salga por debajo de la maceta.
El abono y el recipiente
En cuanto al abono, debemos distinguir que éste debe colocarse con el riego y nunca más de la cantidad indicada en las instrucciones del producto para evitar quemar el rosal. El recipiente también es interesante a considerar entre estos cuidados, y debemos decir que lo más importante es que tenga el espacio suficiente como para poder crecer la planta.
Problemas frecuentes
Por lo demás, algunos otros inconvenientes con los que podemos encontrarnos son la carencia de nitrógeno, la necesidad de más fósforo, la falta de magnesio, la carencia de hierro, y el ataque de plagas como por ejemplo los pulgones.