Una de las peores cosas que nos pueden pasar a los que tenemos jardines y le dedicamos una buena cantidad de tiempo, tiene que ver con que se nos mueran las plantas. Si bien se trata de un problema que en ocasiones es evitable, en otras situaciones no hay nada que podamos hacer. No obstante, queremos enseñarte a continuación una serie de trucos que consideramos que te serán de verdadera utilidad en este sentido.
Por ejemplo, entre los problemas de las plantas que las llevan a la muerte y que muchas veces tiene que ver con nosotros los humanos, podemos identificar cuando éstas son plantadas antes de tiempo. De hecho, es común que quienes tienen poca experiencia en la jardinería tomen las plantas que están a la venta, y aunque no sea la época ideal o el suelo y clima no sea el que necesitan, vayamos y las plantemos.
Por otro lado, otro inconveniente muy común en estas situaciones es la falta o exceso de riego con respecto a las plantas, sobre todo cuando son nuevas. Lo que debes tener en cuenta en estos casos es que cada especie posee necesidades específicas de luz, agua y fertilizantes. Para evitarte inconvenientes al respecto, si estás formando un jardín de 0, conviene que busques especies con las mismas necesidades y así ahorrar trabajo.
La ubicación en el jardín de las plantas es otro de los factores que les puede jugar en contra. Así como hay algunas especies que necesitan pleno sol para desarrollarse, tenemos otras que mueren si quedan al alcance de los rayos solares. De este modo, conviene que realices todas las modificaciones y traslados necesarios, incluso cuando la planta parezca adaptarse en primera instancia a una situación geográfica que no le corresponde.
Finalmente, tampoco puedes descartar los inconvenientes con los que nos encontramos frente a especies que no pertenecen al sitio en el que nosotros habitamos. Aunque es común que te pique la curiosidad por instalar alguna de ellas, no es menos probable que le vaya a costar más adaptarse que a cualquier otra especie.