Cómo nutrir las plantas de interior con fertilizantes

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Cuando tenemos una buena cantidad de plantas de interior en nuestra casa, y ya ha terminado hace tiempo el proceso de cultivo primario, la principal preocupación que nos invade tiene que ver directamente con el modo en el que podemos otorgarle una mejor calidad de vida a cada una de estas especies, en este caso en relación directamente con el fertilizante que requieren.

Por este motivo, en este artículo en particular queremos analizar la importancia de la fertilización de las plantas de interior, y te vamos a enseñar algunos muy buenos trucos que conviene que siempre tengas en cuenta en estos casos, ya que de esa forma te vas a ahorrar más de un disgusto. Lo primero que debes saber, en cualquier circunstancia, es que la necesidad de agregar fertilizantes tiene que ver con que la maceta intenta imitar un hábitat lo más natural posible.

Luego de eso, considera siempre que cuando la tierra de la maceta es fresca, las plantas no necesitan mucho fertilizante, pero al cabo de un tiempo si ya será necesario que le estés un poco más encima para que llegue a su mejor estado. Además, si has comprado las especies de plantas de forma industrializada, es mejor que leas las instrucciones que pueden venir al dorso del paquete en cuanto a la necesidad de fertilizante de cada una de ellas.

Por otro lado, tienes que pensar que existen diferentes tipos de fertilizantes, entre los cuales podemos mencionar por ejemplo el liquido, en granos, de liberación lenta, palos, tablas y otros tanto, que de acuerdo a las especies que tengas deberás seleccionar. Actualmente, los más utilizados son los fertilizantes de liberación lenta, ya que en una sola aplicación tenemos completo el trabajo de prácticamente un año.

Finalmente, no debes dejar de lado algunos conocimientos básicos acerca del rol que juega cada uno de los componentes dentro de estos fertilizantes. Por ejemplo, el nitrógeno sirve para estimular el crecimiento del follaje sano, mientras que el fósforo se encarga de estimular el crecimiento radicular, y por último, la potasa nos ayuda a conseguir flores más grandes.

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