Una de las plagas más frecuentes que sufran nuestras plantas son los pulgones, además es uno de los problemas más fáciles de detectar. En el caso de que no se trate el problema a tiempo puede volverse muy invasora y ayudar a la aparición de otras plagas, por ejemplo, la cochinilla.
Los pulgones aparecen con la llegada del calor y con la sequía, su época de mayor proliferación es durante la primavera y el verano. Como te mencionamos anteriormente son unos insectos muy pequeños y fáciles de detectas, con un cuerpo blando y con una forma ovalada.
Habitan en muchos jardines y son pocas las plantas que no pueden enfermarse de ellas. Se instalan en los extremos de los tallos, cuando éstos se encuentran en pleno desarrollo, su tamaño es visible. Las plantas que son atacadas por los pulgones sufren una clara alteración en el desarrollo.
Uno de los primeros síntomas de esta plaga es la deformación de las hojas nuevas. Esto es consecuencia de que los pulgones llegan a succionar la savia de la planta, generando una reducción en su energía y fuerza. Luego las hojas se empiezan a cubrir de una sustancia bastante pegajosa.
Esta sustancia es una especie de melaza que segregan los pulgones, la cual es un excelente trasmisor del moho negro, en especial en los ambientes húmedos.
Si bien nosotros podemos hacer muchas cosas para tener las plantas controladas, los pulgones pueden llegar de diferentes formas. Te aconsejamos que, si una planta fue afectada, la aísles de alguna forma del resto para evitar el contagio.
Cuando los pulgones han aparecido se debe realizar un tratamiento eficaz, utilizando algún insecticida que sea eficaz. Para prevenir su aparición podrás tomas algunas medidas: en primer lugar deberás vigilar las plantas con frecuencia, en especialmente en las puntas de los tallos.
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Cómo tratar a los pulgones
