Las coníferas enanas requieren de ciertos cuidados para su óptimo crecimiento. Las mismas se caracterizan por tener un tamaño similar a la de los arbustos. Existen algunas especies con forma redondeada, vertical o desparramadas. Generalmente se plantas agrupadas reuniendo a varia especies.
Son una buena alternativa para macetones o para jardines de dimensiones pequeñas. Con relación a los cuidados de las coníferas enanas podemos decirte que no necesitan de un terreno que sea demasiado especial, casi no requieren de fertilizantes y no son afectadas por muchas plagas. A continuación iremos hablando de algunas especies para que puedas conocerlas en profundidad.
Chamaecyparis lawsoniana
Conocida por muchos como Minima Aurea es una conífera que tiene un crecimiento muy lento, al hacerlo se va formando un cono perfecto. La altura promedio ronda los 60 centímetros y 45 centímetros de envergadura. Ideal para jardines pequeños.
Ciprés de Sawara
Su nombre científico es Chamaecyparis pisifera. Se caracteriza por tener unas hojas en el tono azul. Es muy especial y muy confundida. Con el paso de los años forma un arbusto piramidal de crecimiento rápido. Su altura no supera los 1,8 metros y la envergadura es de 1,2 metros. No se adapta mucho a los suelos secos o arcillosos. Puede ser afectado por el hongo llamado Phytoftora.
Chamaecyparis pisifera
Es una variedad enana que crece desparramado, sus ramas tienen aspecto de hilos dorados. Realmente su aspecto es muy original.
Chamaecyparis pisifera ‘Nana’
Otra variedad de coníferas enana que al crecer va adquiriendo una forma de cojín con ramas muy pesadas de un tono verde pálido. No supera el metro de altura.
Ciprés de Hinoki
Nombre científico Chamaecyparis obtusa ‘Nana Gracilis’. Su crecimiento es muy lento. Su follaje va comando formas muy originales. Es ideal para los jardines rocosos o para las jardineras. Se usa para crear bonsai. Para su óptimo crecimiento necesita una sustrato ácido muy drenado.