Luego de la época de mayor calor las plantas de interior pueden presentar falta de humedad, mostrando sus puntas secas o quemadas. Esto es bastante normal y tratarlo es fácil. Puede suceder que estas características también se presenten durante el invierno en ambientes muy calefaccionados.
Las plantas que más sufren de puntas quemadas son las que están expuestas al sol directo que llega a través del cristal de las ventanas, en algunos casos las quemaduras pueden ser severas.
Las manchas que se generan por sequedad son fáciles de reconocer, afectan a zonas determinadas y no a toda la hoja. Cuando aparecen unicamente en el extremo de la hoja es consecuencia de la sequedad ambiental. Si las quemaduras aparecen como puntitos lo más probable es que haya sido regada cuando recibía el sol directo.
Este tipo de quemadura no afecta de la misma manera a todas las plantas, las que más se perjudican son las de hoja grande, si el problema aparece en las hojas pequeñas sólo se deberá eliminar a las hojas afectadas o el tallo completo.
En las hojas más grandes o puntiagudas se puede cortar la zona dañada con tijeras, siempre se debe mantener la forma de la hoja, lo ideal sería hacer cortes oblicuos o en ángulo en lugar de rectos. Si la mancha es muy grande se deberá cortar la hoja entera, se puede cortar cuando hayan brotado hojas nuevas.
En el caso de que las puntas de las hojas se pongan marrones puede ser generado por estar colocadas en una zona con corriente de aire. Es muy importante que no confundamos la sequedad con el exceso de riego o las quemaduras del sol, algunos síntomas de enfermedades se parecen pero no son lo mismo.
Hasta las plantas que toleran la exposición al sol directo pueden sufrir quemaduras si están detrás de cristales que hacen efecto de lupa.
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