Si recién te estás iniciando en la jardinería, deberás tener en cuenta que una enorme cantidad de conceptos pueden parecerte un poco extraños, y es por eso que conviene meternos de lleno con ellos para descartarlos en el caso de que no nos interesen, o que los tomemos si están dentro de lo que puede llegar a servirnos. Algo así sucede en el caso de la topiaria.
Por este motivo, lo primero que debes saber al respecto es que la topiaria es una técnica de jardinería que consiste en cuidar las plantas pero no de cualquier modo, sino podándolas con la intención de que tomen formas en especial. Se trata de una actividad tan difundida en el mundo, que incluso existen campeonatos internacionales en los cuales las personas de todas partes del mundo intentan demostrar sus habilidades.
De hecho, no por nada estamos en presencia de un arte muy antiguo que forma parte de la jardinería y el paisajismo desde hace siglos, el cual se cree que habría aparecido en primera instancia por parte de algunos ciudadanos del antiguo Imperio Romano, por lo que el nombre de topiaria viene directamente de “topiarium”, que significa “obra del hortelano creador”.
Sin embargo, tras algún tiempo en el que la topiaria había sido dejada de lado, en Francia, a mediados del siglo XVII comenzó a ponerse de moda nuevamente, y hasta los días actuales es común que muchos de los maestros de este arte provengan de aquellas tierras, y al punto de que los Jardines de Versalles son una de las muestras más acabadas también de este género.
Si tú mismo quieres tener una serie de prácticas en relación a la topiaria, lo primero que debes considerar es que se trata de una actividad que requiere de una cualidad muy particular en la persona que la desarrolla, la paciencia.