Con las altas temperaturas que se alcanzan en los meses de verano, son muchos los que sueñan con la posibilidad de tener una piscina en su casa para poder refrescarse y dejar atrás el calor. Sin embargo, no todos están dispuestos a meterse en una gran obra en su jardín y, mucho menos, a gastarse tanto dinero. Desde hace unos años, han experimentado un enorme auge las llamadas piscinas prefabricadas, debido a las numerosas ventajas que ofrecen en deferencia de las piscinas de obra. Además, sus diseños han ido evolucionando permitiendo adquirir una piscina de este tipo en las dimensiones y formas deseadas.
Las piscinas prefabricadas, también conocidas como de poliéster, se diferencian de las de obra principalmente en su fabricación. Están realizadas con resinas de poliéster combinadas con fibras de vidrio y elaboradas en una sola pieza con el objetivo de obtener una mayor resistencia frente a los elementos externos, como pueden ser los tratamientos de agua, y evitar con el tiempo la aparición de fisuras que lleve a graves fugas de agua. Sin embargo, los avances en este sector han permitido que empresas como Mon de Pra cuenten en su catálogo con piscinas de cerámica de lujo con materiales de calidad y la posibilidad de elegir tonalidades y matices únicos en cada una de ellas.
Ventajas de las piscinas prefabricadas
La principal ventaja con la que cuentan es su fácil instalación, sin importar si se quieren sobre el terreno o bajo él, ya que al estar construida en una sola pieza solo es necesario tener despejado el espacio donde va a ir ubicada y proceder a su colocación. En aproximadamente 3-4 días la piscina estará lista para su utilización. Entre los modelos que existen en el mercado se encuentran las piscinas rectangulares, alargadas para poder practicar la natación, ovaladas, de pequeñas dimensiones, con cubierta y hasta aquellas que incorporan una pequeña playa o un hidromasaje. Además, desde hace unos años es posible solicitar piscinas prefabricadas a medida del cliente.
Por otra parte, el precio es otro de los aspectos que atrae a la mayor parte de los usuarios de piscinas prefabricadas y es que tienden a ser mucho más económicas que las de obra. Es más, dependiendo del modelo, en algunas ocasiones el coste se reduce aproximadamente en un 10%-20%. Por supuesto, el precio final se calculará en base al tamaño, el modelo, los materiales así como el servicio y la instalación. No obstante, siempre acaban siendo mucho más baratas. En cuanto al mantenimiento ocurre exactamente lo mismo. Resulta ser menos costoso y mucho más sencillo de llevar a cabo, centrándose únicamente en la depuradora y el pH del agua.
De hecho, su superficie de gelcoat evita la aparición de hongos y otras bacterias, manteniendo la piscina en perfectas condiciones. Otra ventaja con la que cuentan es que al estar fabricadas en resinas de poliéster y fibras de vidrio, la duración de la vida de estas piscinas prefabricadas es muy alta, manteniéndose inalterable en el tiempo. Además, al estar formada por una única pieza, en una situación de mudanzas o de cambio de estación, puede transportarse, cambiarse de lugar e incluso sacarse para ser guardada. Una de las características que poseen estas piscinas es que poseen propiedades aislantes térmicas evitando su climatización durante largos periodos.