Si tienes en el jardín de tus casas muchas especies de plantas con flores, seguramente te interesará saber que existe una técnica infalible, o varias mejor dicho, con las cuales puedes lograr que las mismas se sequen en poco tiempo, y sin dañarlas, de modo que luego puedas llegar a utilizarlas para cualquier otro fin que se te antoje.
Una de las primeras claves que podemos darte para secar las flores tiene que ver con atar las flores en ramilletes, de a cinco o diez de ellas juntas, pero poniéndolas de forma escalonada, es decir, una alta, una más baja, y así. Cuando lo hayas hecho, puedes colgar el ramillete en una viga, techo o lo que fuere, y al cabo de unas tres semanas las mismas estarán secas.
Terminados los pasos anteriores, lo siguiente que debemos hacer es, siempre dependiendo de la flor con la que contemos, analizar hasta que punto la misma ha perdido su forma, e incluso si se ha arrugado un poco, algo que dependerá de la especie y demás características, así que deberías tenerlo en cuenta.
Incluso, si has llevado adelante este procedimiento en una estación como el invierno, es probable que el ambiente esté poco seco para que las flores pierdan todo su líquido. Por eso recomendamos, en estos casos, colocarlas encima de la calefacción, o meterlas en un horno microondas. En el caso de los helechos, macetas o cereales, en tanto, conviene que los seques extendiéndolos en una superficie plana horizontal, sobre papel o madera, más que colgados.
Para finalizar, en tanto, debemos decirte que cuando se trate de flores como las rosas que quieras secar, las cuales se diferencian de otras por ser más grandes, conviene ubicarlas metidas en un jarrón, florero o similar, siempre cuidando que cada uno de los ejemplares se toque con otro.