Las piezas de hierro necesitan un mantenimiento periódico para estar en buen estado. La humedad es su principal enemigo y por eso es importante saber qué tratamientos de protección aplicar o cómo frenar el avance del óxido una vez ha dado la cara.
Rejas y ventanas, cercados, puertas, pomos y manillas, o incluso muebles de exterior de forja son piezas que nos acompañan en el exterior de las casas y nos encantan. Pero no nos paramos a pensar cómo prevenir la herrumbre hasta qué aparece, y en ese momento pensamos que ya no hay solución posible. ¡Falso! Aquí tienes una guía con los cuidados completos…
Limpiar objetos de hierro
Hay varias formas de acometer la limpieza del hierro según su grado de suciedad. Una vez hecha la limpieza, no se puede empaquetar el objeto hasta pasados uno o dos días. Nunca almacenes el hierro en locales con humedades.
Poco sucio. Si tiene un grado de suciedad, digamos, escaso, puede pasarse una bayeta con agua y unas gotas de detergente de lavavajillas o bien un trapo de algodón con alcohol de quemar. También se puede frotar con un estropajo verde y unas gotas de aceite para lubricar y que se deslice mejor o bien con estropajo de aluminio del 00.
Con costra rojiza. Si ya se ha formado una costra marrón, entonces hay que intervenir de forma más drástica, y pasar un cepillo de cerdas metálicas, frotar con lanilla de acero del 0 al 1 o frotar con lija del nº 60 con unas gotas de aceite de oliva.