Te brindaremos algunos consejos que puedes tener en cuenta a la hora de almacenar hortalizas.
El consumo fresco de las hortalizas nos brindarán muchos beneficios para la salud, los excedentes se pueden conservar de varias maneras.
Las zanahorias, remolachas, patatas se podrán guardar en sacos en un cobertizo o garaje que esté protegido de las heladas y no contenga humedad. Algunas raíces como los colinabos, las chirivias y los nabos podrán conservarse en el mismo huerto y se podrán arrancar cuando se necesiten.
Una excelente opciones para almacenar las hortalizas es el congelado. Puede usarse en muchas verduras, especialmente en las de hojas que no se pueden almacenar de ninguna otra manera.
En algunos casos se pueden blanquear las verduras antes de congelarlas. Para el blanqueo se deberá sumergir en agua hirviendo unos segundos. Cuando saquemos del agua hervida se pasará a las verduras por agua helada para detener el proceso de cocción. Los pimientos dulces podrán ser congelados sin requerir una preparación previa.
Cuando se haya blanqueado una verdura deberemos secarla y congelarla. Para ello se emplean bolsas plásticas para congelar, cajas y otros recipientes.
Los vegetales congelados se deberán consumir dentro de los nueve meses.
En el caso de las coles se debe saber que tienen un alto contenido de agua, lo que genera que no se puedan almacenar del todo. En el caso de algunas especias que quieran ser congeladas deberán ser cultivadas de una forma especial.
Las lechugas pueden aguar en el frigorífico hasta 15 días siempre que sean preparadas adecuadamente y el frigorífico tenga la temperatura adecuada, de los contrario las hojas lucirán como quemadas.
Los pepinos, tomares y berenjenas podrás prepararlos y almacenarlos en conservas o congelarlos.
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