La magnolia, como todas las plantas, requiere cuidados específicos, hoy te contaremos cuales son para que su desarrollo te llene de orgullo. En primer lugar te contaremos que su nombre le rinde homenaje al botánico francés Pierre Magnol, quien fuera director del Jardín Botánico de Montpellier durante el siglo XVII.
El género de las magnolias se encuentra formado por árboles y arbustos originarios de las zonas más cálidas y tropicales de América y Asia. Es conocido popularmente como Magnolia, Magnolio o Laurel tulipán.
Es un árbol de hoja perenne que tiene sus orígenes en los Estados Unidos, se estima que los primeros ejemplares remontan a más de 3 millones de años. Puede llegar a alcanzar los 30 metros de altura.
Las hojas son alargadas y con forma ovaladas, son brillantes y puntiagudas, con un haz de color verde de un lado y del otro un tono rojizo oscuro. Las hojas se secan pero no caen, lo que permite usarlas como un elemento decorativo.
Su flores aparecen al comienzo de la primavera o del verano, son de un tamaño grande, de color blanco con unos 10 pétalos. Tienen un aroma parecido al del limón muy agradable, los frutos son una especie de piña de color pardo.
Lo ideal sería colocarlo en una zona de semi sombra, aunque también resiste estar a pleno sol siempre que no sea demasiado intenso. Puede ser colocada en los suelos calcáreos, pero lo ideal para el desarrollo son los suelos ácidos y bien drenados.
El riego debe ser frecuente, resiste muy bien la contaminación de las ciudades pero no resiste las fuertes heladas. La Magnolia no necesita de una poda anual, solo si queremos darle forma. Si notas manchas foliares en sus hojas puede ser que esté siendo atacado por pulgones.
La multiplicación es sencilla y rápida. Cuando la nueva planta se separa de la planta madre se puede colocar en una maceta por varios años. También existe la posibilidad de sembrar las semillas que se encuentran dentro de sus flores.
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