Esta planta es conocida por muchos como Jazmín de Chile, su nombre es un homenaje a John Mandeville que fue el encargado de introducir el cultivo en Europa luego de ser embajador británico en Argentina.
Estas plantas pertenecen a la familia de las Apocináceas, se encuentra formada por más de 100 especies de arbustos trepadores originarios del sur y del centro del continente americano. Suele recibir varios nombres, entre ellos: Jazmín chileno, Jazmín de Chile, Mandevilla, Jazmín de Jujuy o Jazmín de Argentina.
La Mandevilla es un arbusto trepador que llega a los cinco metros de altura. Las hojas son ovada, alcanzando lo 10 centímetros de largo, apareciendo en las ramas en pares opuestos. Las flores son de tipo tubulares, con cinco pétalos, con un rico aroma y diferentes colores que van desde el blanco al rojo. Florece al comienzo del verano.
Es muy usado para cubrir muros o pérgolas. En el caso de que se cultive en macetas éstas deberán ser grandes porque cuentan con raíces que necesitan de mucho espacio para su desarrollo.
Puede ser colocada a pleno sol o en la semisombra, lo que se debe evitar son las temperaturas menores a los 10 grados. Va bien el los suelos con buen drenaje. Si quieres trasplantar una Mandevilla deberás hacerlo durante la primavera o durante el otoño.
Los riegos durante la primavera a verano deberán ser de dos litros por planta y por lo menos dos veces por semana. Luego de la floración se deberá realizar una poda drástica para fortalecer la planta.
Si quieres que crezca fuerte y sana podrás abonarla cada dos semanas durante el verano con un fertilizante rico en nitrógeno y una vez con estiércol en otoño. Afortunadamente no suele ser atacada por las típicas plagas de jardín.
Este jazmín puede multiplicarse por semillas sembradas en primavera o por esquejes durante el verano.
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