Cuando nos disponemos a comprar una planta, o al menos a hacer un relevamiento de las que se hallan en nuestro jardín, una de las primeras cosas que debemos preguntarnos, es si la misma se encuentra saludable. Aunque se trata de una cuestión general que puede dirimirse muchas veces a simple vista, la verdad es que existen algunos trucos que nos permiten identificar correctamente cuando una planta está sana.
De todos modos, conviene que afines bien el ojo, ya que aunque en un vivero todas las plantas nos parecen bellas y saludables, los especialistas que allí trabajan ganan dinero por venderlas, y conocen todos los trucos para que parezcas sanas incluso cuando no lo están. Por eso, considerando algunos pequeños detalles y trucos, es posible verificar rápidamente si conviene o no llevar ese ejemplar.
En cualquier caso, lo primero que te recomendamos es que te tomes todo el tiempo del mundo en mirar las plantas que te gusten detenidamente, ya que es mejor perder diez minutos en ese momento que horas y horas luego intentando que se recupere cuando ya la has comprado. Además, puedes comparar distintas plantas de la misma especie, lo que te brindará una perspectiva mayor.
Por este motivo, aunque se trate del último ejemplar de tu especie favorita, y a menos que seas un verdadero especialista en esto de la jardinería, te recomendamos no llevar plantas que tienen hojas marchitas, manchadas o amarillas, ya que en la mayoría de los casos puede ser realmente dificultoso que sobrevivan.
Incluso, debes tener mucho cuidado de que la planta no demuestre haber sido afectada por ninguna especie de plaga ni enfermedad, ya que aunque parezca que al momento se encuentra bien, luego puede comenzar a enseñar algunos signos como consecuencia de esta problemática, y lo mismo sucede con aquellos ejemplares cuyas raíces salen por fuera de la maceta en la que se encuentran.