Con la llegada del otoño veremos como nuestro jardín va cambiando de colores, volviéndose los amarillos y los ocres protagonistas. En esta etapa del año debemos cuidarlo y prepararlo para la llegada del frío invierno, si no tomamos las medidas necesarias seguramente deberemos renovar muchas especies para el próximo año.
Durante el otoño se deben realizar las podas de saneamiento de árboles, arbustos, rosales, etc. Aprovecha para sacar las ramas enfermas y las que estén secas. Planta especies que tengan una floración y resistencia al invierno, por ejemplo las violetas o las caléndulas. Otra buena opción es plantar coníferas.
También puedes comenzar a plantar aquellos bulbos que florezcan en la primavera. Cubriremos el pie de las plantas más jóvenes del jardín, coloca composta o estiércol, así la tierra que se encuentre alrededor de las plantas no se secará y protegerá a las raíces de las heladas.
Realiza alrededor de los árboles un zurco para que se pueda almacenar el agua de la lluvia. Con respecto al césped deberás cuidarlo del exceso del agua, evita regarlos ya que aprovechará la humedad de las noches.
Traslada las plantas tropicales de tu jardín a macetas donde puedas resguardarlas de las lluvias y de las heladas. Un claro ejemplo es lo que sucede con las plantas de aloe vera, que no resisten los suelos mojados.
Algunos árboles, como el almendro, deberían plantarse junto a otros polinizados para que aprovechen esta ventaja.
Algunas plantas con flores son ideales para el otoño, entre ellas Helianthus sp (su follaje es caduco y sus flores son amarillas, tiene la ventaja de soportar enfermedades y plagas), Leonotis leonurus (una especie muy ramificada y su follaje es perenne), Anemone japónica (forma matas muy densas, las flores son dobles de color rosado, lila o blanco), Aster ‘Novae Angliae’ (alcanza gran altura), Crysanthemum sp.
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