En los últimos tiempos, el interés fundamental que tienen las personas por sus jardines ya ha trascendido lo que significa una parte de la casa que esté siempre bella y presentable. Con esto de la crisis, lo que las personas quieren es tener alimentos saludables y sin costo alguno en la parte trasera de su terreno, y en tal sentido, esta vez queremos enseñarte cómo se cultiva una de las frutas más recomendables que existen, el kiwi.
Lo primero que debemos considerar es que en la actualidad, el mejor momento para plantar los kiwis es el otoño. Pero no te desilusiones si en España falta para ello, porque mientras conocerás sus necesidades en cuanto al terreno y podrás tenerlo preparado. Una vez hecha esta aclaración, debemos saber que el kiwi proviene en realidad de una planta trepadora, con origen en China, que se llama científicamente “actinidia chinensis”.
¿Y cómo cultivo el kiwi?
Cuando queremos tener kiwi en nuestra casa, debemos saber que bien podemos optar en primera instancia por sembrar semillas, o también es posible ya comprar la planta un poco crecida en un vivero, una opción más rápido y que nosotros aconsejamos. Si lo que queremos son las semillas, podemos obtenerlas del mismo fruto. Por lo demás, necesitamos una maceta con tierra agregada a materia orgánica, abundante riego, y un sitio con mucha luz debajo de los rayos del sol.
Luego de eso, cuando la planta vaya creciendo, tenemos que quitarla de su maceta y ponerla en la tierra, cerca de algún árbol o estructura de la cual pueda treparse, pero donde también esté protegida del viento. Siempre hay que regarla de forma abundante, sobre todo cuando tiene actividad vegetativa, y en la medida de lo posible lo mejor es la micro-aspersión con baja presión.
El invierno, a trabajar
El invierno es el período fundamental que va a determinar el crecimiento de la trepadora y la aparición del fruto del kiwi. Es allí cuando tenemos que realizar la famosa poda de formación. Eso sí, hay que ser muy pacientes con este fruto, pues no se produce en abundancia sino hasta cinco años luego de cultivada la planta. Pero puedes creernos que superado ese tiempo, bien vale la pena la espera.