Existen plantas aromáticas que fácilmente pueden ser multiplicadas por semillas, entre ellas la hierbabuena, lavanda, menta, orégano, perejil, salvia, tomillo, mejorana.
Compra las semillas en un sitio en donde las vendan sanas, si vas a recogerlas déjalas secar y guárdalas en papel, nunca en plástico, recuerda siempre colocarles una etiqueta para poder identificarlas fácilmente.
La época de siembra depende de cada especie, la mayoría se deben plantar durante la primavera o a comienzos del verano. Algunas hierbas anuales se siembran durante el otoño. En el caso de que el clima fría las semillas pueden mantenerse latente y se comenzarán a activar recién a los 15 / 18 grados.
Para su siembra podrás necesitar de las bandejas de alvéolos, las que tienen compartimientos, bandejas planas, cajas de todo tipo o puedes sembrarlas en el suelo directamente. Recuerda que si vas a usar algún recipiente éste debe tener agujeros en el fondo para que pueda salir el exceso del agua.
En el mercado existen unas cajas de plástico especiales denominadas propagadores, algunos de los modelos llevan incorporada hasta la calefacción. En el caso de que la propagación se realice durante la primavera o el verano la calefacción no será necesaria.
Se venden sustratos especiales para la siembra, aunque también puedes hacerlos tu misma. Emplea turba sola o mézclala con arena o con perlita. Otra buena opción es realizar una mezcla con una tercera parte de turba, una tercera parte de composta, una tercera parte de arena.
Reparte las semillas de manera pareja en la bandeja o en la maceta. Puedes colocar entre dos y tres semillas por cada alveolo. En el caso de que las semillas sean muy pequeñas te aconsejamos mezclarlas con un poco de arena fina para que se puedan dispersar fácilmente.
Coloca sobre las semillas una fina capa de sustrato, si las semillas son muy finitas bastará cubrir levemente. Asienta el sustrato presionando levemente con las manos. Riega suavemente para que no se muevan las semillas.
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